Buscar caminos diferentes para llegar a soluciones más inteligentes
Me siento cómodo cuando hay que resolver problemas raros, con poco margen y recursos limitados. Combino herramientas digitales, formación en distintas áreas y pensamiento creativo para encontrar soluciones que no son las típicas… pero funcionan.
Qué es una solución inteligente (y qué no)
No es complicarlo con tecnología, es usarla bien.
Para mí, una solución inteligente…
- Resuelve el problema real, no solo lo que parece en la superficie.
- Usa los recursos que tienes ahora, no los que “algún día” tendrás.
- Se apoya en herramientas digitales cuando suman, no por moda.
- Es sostenible: puedes mantenerla sin volverte loco.
A veces es una automatización sencilla. A veces es cambiar un flujo de trabajo. A veces es decidir qué dejar de hacer.
Lo que intento evitar
- Soluciones que dependen de 10 herramientas diferentes para algo simple.
- Planes que solo funcionan “si todo sale perfecto”.
- Procesos que generan más trabajo del que ahorran.
Situaciones donde este enfoque marca la diferencia
Algunos patrones que se repiten más de lo que parece.
Personas o equipos que lo hacen todo a mano: agendas, mensajes, recordatorios, seguimiento… y no llegan. Busco formas de automatizar sin perder el trato cercano.
Ya tienes herramientas (web, CRM, hojas de cálculo, IA), pero las usas al 20%. Aquí mi trabajo es exprimir lo que ya tienes antes de añadir más cosas.
Situaciones que no encajan en un manual estándar: dinámicas sociales, proyectos híbridos, marcas muy personales. Me siento cómodo probando enfoques diferentes hasta encontrar uno que encaje.
Herramientas digitales + formación + creatividad
Lo que tengo en la caja de herramientas cuando nos sentamos a resolver.
Herramientas que suelo combinar
WordPress, herramientas de automatización, gestores de tareas, hojas de cálculo “vitaminadas” y sistemas de notas que permiten pasar de idea → acción rápido.
Uso IA como apoyo, no como sustituto: para prototipar ideas, validar enfoques, testear copys o liberar tiempo de trabajo mecánico.
Mapas mentales, esquemas, flujos y modelos que ayudan a ver el problema desde arriba y luego bajarlo a pasos concretos.
Vengo de mezclar consultoría digital, narrativa, ciberseguridad, logística y experiencia en campo. Esa mezcla me ayuda a ver ángulos que a veces otros no ven.
Cómo lo aplico en la práctica
No te voy a marear con tecnicismos. Prefiero sentarme contigo, ver qué te duele y usar todo lo que sé —más las herramientas adecuadas— para encontrar algo que funcione para tu caso.
Algunas veces es una pequeña automatización. Otras, un cambio de enfoque. Otras, una estrategia nueva que ordena todo lo demás.
Mi forma de trabajar una solución inteligente
Del problema difuso a un “vale, hagamos esto primero”.
Me cuentas la situación tal y como la vives: qué te preocupa, qué ya has probado, qué límites tienes (tiempo, dinero, energía). Sin juicios y sin prisas.
Muchas veces el problema no es “no tengo tiempo”, sino “tengo mal diseñado el sistema”. Aquí reformulamos qué hay que resolver de verdad.
Buscamos opciones: desde lo más simple hasta ideas más creativas, siempre respetando tus límites. Aquí uso herramientas, modelos y creatividad para abrir opciones.
Elegimos un camino y lo llevamos a un primer experimento: algo que se pueda probar en poco tiempo, con riesgo controlado y aprendizaje rápido.
Vemos qué ha pasado, qué ha funcionado y qué no, y ajustamos hasta que la solución encaje de verdad con tu día a día.
Para quién tiene sentido este tipo de trabajo
Si buscas apretar un botón y que todo se arregle solo, no es por aquí.
Personas
- Freelancers y creativos que sienten que su sistema tiene fugas.
- Personas que se han acostumbrado a “apagar fuegos” y quieren otra cosa.
- Gente que valora la creatividad, pero también la estructura.
Proyectos y marcas
- Equipos pequeños que necesitan sacar más partido a lo que ya tienen.
- Marcas que quieren hacer las cosas diferente, no solo más fuerte.
- Proyectos híbridos (online/offline) con retos poco estándar.
Si te reconoces en algo de esto, probablemente podamos encontrar una solución que sea muy tú, y a la vez, más inteligente.
Si tienes un problema concreto, un sistema que se te queda corto o una idea que no sabes cómo aterrizar, podemos buscar juntos una forma distinta de enfocarlo.
Contarme qué quieres resolver